Saber ser personas

Vivimos en un mundo complejo, competitivo, atravesado por transformaciones y crisis, en el que muchas veces descubrimos falta de solidaridad y de justicia. Ante estas circunstancias es necesario saber ser persona, es decir, tomar conciencia de nuestro valor como personas, lo cual equivale a valorar a los otros, a ser solidarios y respetuosos con los derechos de los demás. Pero, para respetar a los demás, debemos comenzar por respetarnos a nosotros mismos, a ser honrados, solidarios y tolerantes.

Respira

¿adónde querés llegar?

¿cómo la queres vivir?

lo que ahora no valorás,

después ya no va a existir

¿qué es lo que oís cuando hablás?

sentí como respirás

lo tuyo debe valer,

más de lo que vos pensás.

y así, sin más, soñas

Menos palabras, más corazón

Dos personas pueden demostrar su amor de diferentes formas, de diferentes maneras. Algunos sólo con decir te quiero; te amo, creen que con eso basta. Pero el amor cuenta con otras cosas, se trata más de los gestos hacia el otro, de la DEMOSTRACION DE AMOR. Menos palabras, más corazón. En estas cosas juega el respeto, el compañerismo y la preocupación por el otro. Si los problemas de las personas que me rodean, de mis seres queridos no se convierten en mis problemas también, entonces hay una falla en esa relación, hay conceptos que no están claros. Si me comprometo a dar todo por el otro significa que cuando me necesite, voy a estar. Si tiene algun problema; algo que no lo deja en paz, voy a ayudar a solucionarlo. Porque si no está tranquilo, yo tampoco. Para amar hay que confiar, hay que creer, hay que conocer. Pero… qué es el amor?, de qué maneras sentis el amor?, en qué momentos te sentis amado?, cómo demostras ese amor hacia el otro?

Lo que queremos

Cuando queremos, lo que queremos es que el otro también quiera lo mismo.

Nos esforzamos, nos arriesgamos para lograr que el otro también quiera, ese es el verdadero deseo. Y el deseo es incompleto si es sólo de uno, necesitamos de otro, necesitamos querer lo mismo.Uno puede querer que el otro quiera, pero no puede obligarlo a querer.

Por más que uno quiera y quiera que el otro también quiera, las cosas serán cuando deban ser.

Hay que aceptar aunque duela, que siempre será lo que tenga que ser…